Aquí está otro monólogo teatral hiperbreve, en su modalidad dramática. Aunque el cierre pudiera hacerles creer que tiene un trasfondo religioso, cristiano, les aclaro que no es así; la cruz en este caso no tiene ese simbolismo, sino que retomo su sentido original (de acuerdo con la cultura romana que la ideó) para un mayor dramatismo de la anécdota. Queda entonces a su consideración.
Ergo sum qui sum
Monólogo dramático
(Al iniciar la acción, aparece un hombre en escena. Un haz de luz potente lo ilumina en forma circular desde los hombros hacia la cabeza. El resto del foro y del personaje se encuentran en total oscuridad. El rostro del hombre presenta magulladuras y restos de sangre seca. El cabello lo tiene enmarañado y pegado al cráneo por el sudor; sin embargo, a pesar de la estampa que presenta, puede hablar con claridad y potencia.)
HOMBRE.- Me dijiste que ya no hablara, que mis palabras eran como veneno para tu espíritu, que sólo servían para corromperte. (Pausa.) No bastó con que me condenaras al silencio absoluto ni que me prohibieras la escritura. Me aprehendiste, me interrogaste una y otra y otra vez por intervalos interminables. (Pausa.) Me encerraste en un oscuro espacio de dos por dos. Me desnudaste para vejarme de palabra y obra. (En esta parte se le quiebra ligeramente la voz.) No te bastó con mandarme apretar la boca y cerrar la mano. (Se repone tras una breve pausa y continúa hasta el final del monólogo con firmeza, pero emotivo.) Cada minuto que mi cuerpo sufrió en tus manos, que mi mente fue golpeada con tus consignas e insultos, mi espíritu me impidió caer en el abismo. Sólo me levantaste el castigo para obligarme a reconocer mis faltas y para firmarte una confesión. Fue entonces que me erguí por última vez para mirarte fijo a los ojos, porque desde ese momento fui yo el que se decidió por el silencio y la inmovilidad. No pude hacer más; había perdido la guerra. Me condenaste con cínica impudicia a morir así….. Es el momento de mi verdad, me encuentro por completo abandonado, mi cuerpo ya no es mi cuerpo y mi mente ha quedado reducida a escombros. Sólo puedo pensar en una cosa: que mi espíritu ha sido el único que me impidió caer en el abismo. (Poco a poco va creciendo el haz de luz circular que lo ilumina, hasta mostrarlo por completo. El hombre está totalmente desnudo, clavado a una cruz de hierro. Su cuerpo muestra los signos de tortura física. La última parte del monólogo la grita con desesperación y fallece.) Ergo sum qui sum. (Lentamente va alzándose la cruz con el cuerpo desfallecido hasta quedar a una altura media. En ese momento, el haz de luz desaparece, para iluminarse la cruz, desde atrás, con un suave juego de luces de colores, el cual va poco a poco convirtiéndose en un gran haz luminoso. Oscuro final.)
México, D. F., a 18 de octubre de 2010.
D.R. © Ernesto Cisneros Rivera. 2017
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Y ahora es cuando yo me levanto y aplaudo con todas mis fuerzas ante un monólogo que es espectacular, y que por profundo cala en las almas. Te felicito. Besos a tu alma.
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Gracias por tna elogiosas palabras hacia esta pieza y hacia mi tabajo, amiga. Te mando un grande abrazobeso.
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El espíritu es el que nos impide caer en el abismo. Desnudos venimos al mundo y desnudos saldremos de él (sin nada de lo que nos arropa ni de lo que hemos acumulado). Monólogo entrecortado y dramático. Somos lo que somos y lo que queremos ser. Un abrazo.
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Has dicho bien. Gracias siempre por tus luminosos comentarios.
Un grande y cariñoso abrazobeso, cher Antonio.
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Magnífico, no podía esperar menos de un relato que desde el título ya iluminaba la senda de la luz del drama. Gracias y mi enhorabuena, querido Ernesto.
Un gran abrazo.
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A ti, Isabel querida, por tu presencia siempre fiel y generosa. Abrazobeso con cariño, amiga.
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Muy trágico monólogo y muy logrado.
Y aquí es donde yo me pregunto (sin querer ofender a nadie), porqué los cristianos adoran un símbolo de tortura.
Si lo hubieran apuñalado: ¿adorarían un puñal?
Felicitaciones por el texto y un abrazo.
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Gracias, Luis. No es ofensa tu comentario, es una lógica observación. En sí, todo se deriva de la interpretación personal y de los intereses ideológicos de san Pablo (con toda la carga de su educación y mentalidad judía: dogmatismo, culpabilidad, etc., etc.), que tergiversaron las enseñanzas de Jesús; quien predicó al dios padre, nunca a si mismo; convirtiéndolo en el centro de la nueva secta, y de ahí para el real.
Por esto todo este conglomerado religioso es cristocéntrico, cuando debió ser teocéntrico. Los guías e ideológos que le siguieron a Pablo, vieron la oportunidad que les representaba esta forma de enfocar las cosas (políticamente hablando) y con el paso de los siglos fueron agregándolo el resto del aparato ideológico (Trinidad, virginidad de María, santos, etc., etc.).
Por más que la teología cristiana ha sublimado el sentido de la cruz y el crucifijo, no deja de ser un instrumento de tortura y asesinato. La asimilación en la mente del creyente ha sido sencilla desde el momento en que hace siglos que dejó de existir como instrumento letal, entonces no te dice nada como tal.
Lo curioso es que la Iglesia católica, en específico, está siglos atrás retrasada en todo, y los fieles afiliados a ella, por más ortodoxos que sean, no cumplen ya con muchas de sus normas anacrónicas, y más bien viven de acuerdo con la modernidad.
Te mando otro grande y fuerte abrazo, Luis.
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Muy bien explicado.
Los dogmas están atrazados y según dicen, algunos papas quisieron modernizar y no los dejaron.
En fin, hay política de por medio.
Abrazos.
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Sólo puedo decir: Genial, Ernesto
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Gracias por tan gentil apreciación, Marina. Te abrazobeso.
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Sobrecogedor monólogo que mueve al alma a la piedad. De acuerdo en que el espíritu nos saca a flote cuando parece que no podemos aguantar más. Otra cosa será qué entienda cada cual por espíritu, pero eso es otra película. Contento de disfrutar tu arte Ernesto, después de mucho tiempo de ausencia mía por estas posadas. Un abrazo.
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Y otro abrazo enorme para ti, querido Pepe, que se te extrañaba. Qué gusto tenerte de nuevo.
Y sí, tienes mucha razón, habría que ver que es lo que luego cada quien entienda por espíritu, sobre todo en estos tiempos que corren.
Es un monologo duro, pero creo que un reflejo de cómo se han intensificado las actitudes reaccionarias y cómo se han mermado los valores huimanos esenciales.
Grande abrazobeo, amigo, y qué gusto saber de ti.
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Breve apunte. El símbolo de la cruz es varios milenios más antiguo que el cristianismo, quizá es tan antiguo como el ser humano. Y el cristianismo no lo adoptó hasta el siglo III o IV de nuestra Era si no recuerdo mal. En cuanto a sus significados, son múltiples. Sus cuatro brazos refieren a los cuatro puntos cardinales, las cuatro estaciones, los cuatro elementos, etc. Pero aún posee niveles de sentido mucho más profundos, el travesaño horizontal simboliza las posibilidades de desarrollo de cada ser individual, y el vertical el ascenso de cada uno de esos seres hasta su identificación con Dios. Y el centro donde se cruzan el palo horizontal y el vertical tiene que ver con el origen (de una circunferencia que englobaría la figura), el ser, la quintaesencia de la que surgen los cuatro elementos. Hay bastante más, por supuesto. Para quien le interese, El simbolismo de la cruz, de René Guénon es un libro magnífico en este sentido. Saludos.
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Gracias por esta luz que compartes sobre el simbolismo de la cruz. En efecto, desde el Antiguo Egipto y la milenaria cultura hindú, se maneja la cruz.
Los romanos no la retoman en ese sentido, sino la desimbolizan y la ocupan como un mero instrumento de tortura, que a ellos les parecía práctico para alargar la agonía de los ajusticiados y hacerlos “pagar” por sus delitos.
Ese mismo instrumento resulta el del martirio de Jesús y de ahí lo toma el cristianismo y le acabo infundiendo su propia simbología. El origen es la interpretación personal que hizo Saulo de Tarso de las enseñanzas y la persona de Jesús, quien no vino a predicarse a sí mismo, sino al Padre, a Dios. Por Saulo es que el cristianismo se volvió cristocéntrico, cuando debió haber sido siempre teocéntrico.
Gracias, Pepe querido, por la recomendación bibliográfica que nos das sobre el tema.
Abrazobeso enorme y con afecto, amigo.
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Es excelente el monólogo, la palabra fluye con facilidad, nada se atora, y la carga de emociones no termina hasta después de darle lectura. Me ha gustado Ernesto. Un abrazo.
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Gracias, Rubén. Otro fuerte abrazo para ti.
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Excelente trabajo ! Me hiciste recordar la Cruz de Huatulco, en Oaxaca, que dicen fue anterior a la llegada de los españoles… Mi abrazobeso y cariño.
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Gracias, Julie querida, interesante relación que te ha venido a la mente entre este monólogo dramático y la Cruz de Huatulco, con todo lo que implica, verdadero o mito. Abrazobeso cariñoso.
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Vaya pintaza, Ernesto. Aplausos sonoros y enérgicos, maestro dramaturgo.
Yo querría más
Un abrazo y beso enormes, compañero
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Siempre tan generosa, Marina. Muchas gracias y que gusto que hayas disfrutado de la pieza. Ya hbrá más, por supuesto.
Grande abrazobeso, amiga.
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Siiempre me parició que el hombre es una creacción imperfecta
¿Pero cómo dios se puede equivocar?
Es mi dilema.
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O es que Dios no existe y es creación humana, para explicarse lo que aún no es capaz de conocer con la razón.
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